martes, 17 de abril de 2018

El Ajedrez.

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En cada fase del juego, el jugador es libre de elegir entre varias posibilidades, pero cada movimiento traerá consigo una serie de consecuencias ineluctables, de modo que la necesidad delimita la libre elección cada vez más, apareciendo al final del juego no como fruto del azar, sino como resultado de leyes rigurosas.

Se revela aquí no sólo la relación entre voluntad y destino, sino también entre libertad y conocimiento... Dicho de otro modo; la libertad de acción es aquí solidaria a la previsión, del conocimiento de las posibilidades; inversamente, el impulso ciego, por libre y espontáneo que parezca en el primer momento se revela a fin de cuentas como uno no-libertad.

El Espíritu es la Verdad; por ella es libre el hombre; fuera de ella, es esclavo de su destino.

... una vía que conduce de la acción a la contemplación.

... una sabiduría es el conocimiento de las posibilidades; ahora bien todas las posibilidades están contenidas en el Espíritu universal y divino. La verdadera sabiduría es la identificación más o menos perfecta con el Espíritu, siendo simbolizado este por la cualidad geométrica del tablero, "sello" de la unidad esencial de las posibilidades cósmicas.

Esta es la enseñanza del juego de ajedrez.

Fuente: Simbolos, de Titus Burckhardt.


"Quizás la clave de la vida radica 
en ser humilde como un peón 
y tratar de llegar al otro lado 
para poder convertirnos 
en aquello que queramos."
                                  XrliXmen 

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