miércoles, 26 de abril de 2017

Historia de una posesión


Dos niños, de 13 y 11 años de edad, empiezan a pelearse en una habitación. Su padre, un ser místico y sensible, considerados por algunos como un aprendiz de chamán y como un loco por otros, ve venir por el pasillo un espiritu en forma de fiera. Por su mente pasa el recuerdo de aquella chica, según le contarón en las reuniones espíritas a las que asiste, que veía venir a sus espíritus obsesores antes de que la poseyeran...

El Padre hace ademán de sentarse a meditar en el sitio donde habitualmente lo hace, oyó a su maestro de meditación decir que si veía algún demonio lo sentara a meditar junto a él. Pero algo lo insta a levantarse; "qué haces, estas tonto, no ves que tus hijos se están pegando, vete allí y pon orden". Sin embargo, antes de que pueda moverse, oye otra voz con una tonalidad muy distinta "Dejalos, tienen que vencer sus rencillas por ellos mismos"...

El hermano mayor sale de la habitación cogiéndose la mano, llorando y gimiendo, dando sensación de intenso dolor y sufrimiento.

Dicha imagen, aliñiada intensamente con el sonido, hace que el padre tenga una percepción de una importante herida, quizás profunada, producida por la pelea. Esto hace que la fiera reivindique su control de la situación y se apodere, como un tirano, del cuerpo del padre.

Este, con los ojos encendidos de furia, va a la habitación en busca y captura del hijo menor. Lo encuentra de pie, en una esquina, como escondiéndose e intuyendo que tenía que huir al oir los gritos de su padre.

El padre, como un tigre, se lanza hacia el niño para agarrarle. Él intenta esquivarlo yendose hacia la cama. Intuyendo el movimiento de huida, el padre salta al lecho atrapándolo cual águila atrapa una presa, y de la misma manera que el gran rapaz lanza su debil trofeo por un acantilado, el niño es arrojado al pasillo a través de la puerta. Hay puro instinto animal en lo que allí acontece.

Ya en el pasillo, el padre vuelve a agarrar con saña y furia al hijo, enviándolo hacia el salón, mientras por su boca salen diversos improperios; "estoy hasta los cojones", "puta mierda", "me teneis harto",... Se pude ver miedo en el rostro del niño.

Los hechos ahora acontecen en el salón, el hermano menor es lanzado al sofa que está libre, el mayor ha dejado de llorar y mira, atemorizado y encogido, la escena dantesca desde el otro sillón. Mientras, con fiereza amenazante, poseido por una fuerza y una rabia que no controla, el padre sigue echando pestes por la boca. Golpea con su mano abierta los muslos encogidos de los infantes. Un golpe a uno y un golpe a otro, son golpes que no revisten excesiva fuerza ni gravedad, castigos que duelen más al que los da que al que los recibe.

En el mismo instante en que descarga los golpes, una fuerza superior a la que lo posee, "coge" el cuerpo del padre y lo tirá al suelo.

Algo invisible e interior se ha puesto a luchar fisicamente contra el cuerpo poseido del padre. Dos fuerzas antagónicas forcejean dentro de un cuerpo, este se debate como un titere con tremendos espasmos en el suelo. La nueva fuerza se muestra más potente que la inicial. Esta fuerza invisible comienza a arrastrar el cuerpo del padre hacia la habitación, separándole de la asombrada mirada de los niños. Ya en el pasillo, hay un momento en que la fuerza de la fiera parece recuperar su ventaja y logra levantar y redirigir por unos instantes el cuerpo del padre hacia el salón donde están sus presas. Pero la nueva fuerza vuelve a tirarlo al suelo y lo lanza hacia la habitación, cayendo bruscamente encima de la cama.

La lucha en el lecho es titánica, la nueva fuerza, al no lograr reducir del todo a la fiera busca algo con lo que construir una jaula donde encerrarla. Encuentra el lugar idoneo debajo de la cama, al ver unos barrotes que podrían conformar una celda imagianria, perfecta para una fiera imaginaria. De esta manera, metiendo el cuerpo del padre debajo de la cama, la fuerza "blanca" salva a los dos cachorros de la fiera que había poseido a su padre. La fiera ha vuelto a ser enjaulada. Parece que aún queda trabajo que hacer hasta conseguir domesticarla.

Valladolid 23 de Abril de 2017,
fiesta de los Comuneros,
partidarios de Juana la Loca.

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