jueves, 27 de agosto de 2015

Un cambio de valores. Por Brian Weiss

"Cuando la personalidad duerme, el hombre eterno despierta" 
Madame Blavatsky

Uno de los numerosos beneficios de la meditación y la regresión es un cambio de valores o de perspectiva que nos permita distinguir con más claridad entre lo que es importante y lo que es accesorio.

Este cambio de valores ocurre cuando descubrimos que somos inmortales, o sea, que no morimos cuando nuestro cuerpo lo hace. Cuando vivimos las regresiones a vidas pasadas, nos damos cuenta de que hemos vivido antes y que viviremos, de nuevo, junto a nuestros seres queridos. Cuando noas damos cuenta de que, a pesar de haber perdido el contactocon algunos miembros de nuestra familia y amigos, nos encontraremos de nuevo con ellos en el más allá o en otra vida, el sufrimiento y el duelo se transforman.

La certidumbre de que somos seres espirituales produce cambos profundos y nos permite valorar cualidades como el amor, las relaciones positivas y la compasión. Entonces percibimos con más claridad nuestra conexión con todos los demás seres. Estos nuevos valores constituyen la base de la felicidad. Nuestras prioridades cambian, de forma que percibimos los sucesos y las personas que antes nos trastornaban y exasperaban desde una nueva perspectiva. Nos convertimos en personas más pacientes y comprensivas, y las sensaciones de tranquilidad y paz interior se expanden. Los obstáculos de la vida se convierten en oportunidades para aprender, como peldaños en el camino de la evolución. Despues de todo, somos eternos, sres espirituales que buscamos el camino a nuestro hogar; siemrpe amados y nunca solos. En este sentido, nada puede dañarnos.

Aunque durante muchos años fui un escéptico, ahora creo en las vidas pasadas. Esta creencia es el producto de veintiún años de experiencia con miles de pacientes. He presenciado muchos fenómenos increíbles y extraordinarios. Sin embargo, considero que no es necesario creer en la reencarnación para obtener los beneficios de la terapia de la regresión. Aunque procesemos los recuerdos evocados como metáforas o símbolos, nuestra conciencia obtendrá una información importante. Además, el conocimiento y la intuición que adquirimos puede conducirnos a una transformación física, emocional y espiritual significativas. Cuando despertamos a la dimensión espiritual, las fobias y los miedos desaparecen, nuestra escala de valores cambia, el amor fluye con más libertad, y la paz interior, que está íntimamente relacionada con un sentimiento de alegría y felicidad supremos, surge. Resulta importante no tener miedo, eliminar los prejuicios y mantener la mente abierta.

Brian Weiss,
De su libro "espejos del tiempo".

 
 
Como tú, sufro
La negra separación permanente
¿Por qué lloras? Mejor dame la mano
Y prométeme volver en un sueño.
Tú y Yo somos un monte de dolor.
En esta tierra tú y yo jamás nos encontraremos.
Si pudieras tan sólo enviarme a medianoche
Por medio de las estrellas tu recuerdo.
ANA AJMÁTOVA

miércoles, 26 de agosto de 2015

Camino en Espiral

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Para curar los trastornos mentales los médicos alópatas (medicina occidental)
 creen que hay que adormecer la mente,
se administran sedantes y somniferos a los pacientes.
En Ayurveda es lo contrario, se les despierta la mente y luego se trata.


Hay un camino de doble dirección.
Si sigues una, la otra irá en sentido contrario.
El camino es una espiral.

Pues si, "yo" he elegido para "sanar" la dirección que aqui en occidente no se suele elegir. Confiando que por ese camino la distancia hacia la cura sea menor, pues sospecho que el tiempo apremia y que debo llegar antes de mi próxima muerte.

Que conste que al principio, al poco de iniciar inconscientemente mi camino, me convencierón en tono amenazador de cambiar de dirección. Cosa que hice. Casualidades (causalidades) o no, eso me llevó a una fuerte depresión. Indicadora de que por ahí ya no daba tiempo apareció la sombra de la muerte.

Lo que no te mata te hace más fuerte y, gracias a Dios, mi hora no llegó. Asi pues comencé con paso firme y decidido el camino que la vida me estaba marcando, contra viento y marea, 

Empecé a despertar la mente... y aún sigo navegando con el mismo rumbo, pillando de vez en cuando tempestad, pero convencido de que, con ayuda, llevo el timon en la dirección correcta.

"Dios ayuda al marinero en la tempestad.
Pero el marinero debe estar al timón."
Provervio Alemnán

jueves, 20 de agosto de 2015

Mi primera experiencia personal transcendente...

fue muy similar a la de Brian Weiss (psiquiatra estadounidense). Hecho que a continución estraigo de su libro: "A Través del Tiempo". "Habla" Brian Weiss...


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   Como resultado de mi propio crecimiento espiritual, que en muchos sentidos comenzó con mis experiencias con la paciente Catherine (el mio comenzó con mis experiencias como padre), yo mismo he tenido experiencias personales trascendentes. Después de la primera comprendí de inmediato que ese estado es una meta es sí.

   La primera se inició, en realidad, una semana antes de la experiencia en sí. Hace varios años, después de pasar una jornada de diez horas atendiendo a mis pacientes, comenzaba a relajarme meditando en el sillón reclinatorio de mi consulta. Al cabo de pocos minutos, ya en estado de profunda relajación, sin ningún pensamiento especial en la mente, oí dentro de mi cabeza una voz atronadora. Era como una trompeta telepática que me sacudió todo el cuerpo (me ha recordado al arcano XX del Tarot de Marsella, El Juicio).
   -¡Ámalo, simplemente!- dijo la voz.

   Desperté de inmediato. Sabía que el mensje se refería a Jordan, mi hijo (sin duda el AMOR a los hijos es clave). Por entonces era un adolescente con la rebeldía propia de su edad, pero yo no había pensado en él durante todo el día. Tal vez en el subconsciente me preguntaba cómo cmportarme respecto a su conducta.

   Una semana después, en las primeras horas de una mañana nublada, llevé a Jordan a la escuela. Traté de entablar conversación pero él se mostraba particularmente lacónico en sus respuestas. Jordan estaba malhumorado.

   Comprendí que tenía dos posibilidades: enojarme o dejarlo pasar. Entonces recordé el mensaje: "¡Ámalo, simplemente!", y me decidí por lo último. Al dejarlo ante la escuela le dije:
   -No olvides que te amo, Jordan.

   Para mi sorpresa, él replicó:
   -Yo también te amo.

   Fue entonces que comprendía que no estaba en absoluto malhimorado o gruñón: sencillamente aún no estaba del todo despierto. Mi idea de uqe estaba enfadado era una ilusión.

   Continúe rumbo al hospital, que estaba a unos cuarenta y cinco minutos de trayecto. Al pasar ante una iglesia, el sol se elevaba por encima de la copa de los árboles y un jardinero cortaba tranquilamente el césped (cuando me ocurrió a mi, recuerdo que acababa de salir de casa, a las 7:30 am, e iba andando a coger el autocar a Boecillo. El sol tambíen se estaba elevando por encima de unos árboles y ¡atentos!, a partir de aqui comienza la gran coincidencia entre las experiencias, posiblemte la mía en menor grado que la de Brian, pero de tono similar).

   De pronto tuve una sensación de gran paz y gozo. Me sentía inmensamente a salvo y seguro; el mundo parecia guardar perfecto orden. El jardinero, los árboles y todo lo que veía era luminoso y refulgente. Casi podía ver a través de las cosas, pues todo tenía una cualidad dorada y transparente. Me sentí vinculado a todo y a todos: al jardinero, los árboles, eñ césped, el cielo, una árdilla que trepaba a un árbol... Era la total ausencia de miedo o ansiedad. El futuro parecía perfectamente claro... perfecto.

   A las otras personas que viajaban de prisa a sus empleos debo de haberles parecido extraño. También por ellos sentía una especie de amor objetivo y universal. Cuando otro conductor me cerraba el paso, yo me limitaba a hacerle una seña para que pasara y, sonreía (yo recuerdo estar parado en los semaforos, esperando con sonrisa de tonto en la cara, que el muñeco se pusiera verde, mientras algunas personas cruzaban, vigilantes, con prisa la carretera. Sintiendo amor por ellos y preguntándome...). Me pregunté por qué esa gente llevaba tanta prisa. El tiempo pareció permanecer inmóvil, para luego desaparecer. Me sentía lleno de una increible paciencia (idem). "Estamos aquí para aprender y amar": podía entenderlo con mucha claridad. Lo demás, en realidad, no importaba.

   La luminosidad y transparencia de los objetos permaneció hasta que llegue al hospital. También la sensación de amor objetivo, de gran paz y de goce. Y lo mismo la paciencia y la felicidad, mi relación con todo lo demás.

   Continuaba en ese estado cuando inicié mmi jornada de trabajo. Esa mañana estuve desacostumbradametne intuitivo con mis pacientes, sobre todo con dos a los que veía por primera vez. Percibía la luz dentro y alrededor de las personas: todos parecían resplandecer. Podía percibir de qué manera todo en la vida está relacionado. Sabía con certeza que no había necesidad de temer. Todo era uno.

   Esta experiencia duróa hasta que asistía a una reunión administrativa, algo más tarde. ME enfureció el tema de la reunión: "Cómo aumentar las ganancias del hospital". Supe que estaba ante otra elección: abandonar la reunión para mantenerme en ese estado o quedarme y decir lo que pensaba de sus ideas. Para quedarme y hablar de la ética y honradez necesitaría de la mitad izquierda de mi cerebro, de mis facultades lógicas. De inmediato hubo un cambio profundo. Volví a "ser normal", analítico y "con los pies en la tierra". Después me fue imposible recuperar ese maravilloso estado apacible. Había desaparecido por mucho que yo me esforzara en recordar y recrearlo.

   Desde entonces he vuelto a tener esta bella experiencia cinco o seis veces. En cada oportunidad se presentó por su cuenta. LA meditaciónno la crea. No se puede forzar. No es resultado del esfuerzo. Es casi un don. Un don de gracia.

   Cuando me relajo en una sensación de amor, sin pedir nada a cambio, puedo sentir que ese estado está muy cerca.

   Ahora tembién trato de ayudar a otros a alcanzar esos estados de paz interior, gozo y bienaventuranza, que son resultado del tipo de desarrollo personal que puede iniciarse con la regresión a vidas pasadas. Es muy importante. Para mí ésa es, realmente, la metda de toda mi terapia. Es ese estado de paz interior lo que resulta tan curativo y terapéutico.


martes, 18 de agosto de 2015

LA MISIÓN

El Hombre (el consciente) propone, y Dios (el incosnciente) dispone.

El consciente da las ordenes a la parte consciente de la maquina más perfecta jamas construida, el hombre. Dicha máquina data de cientos de miles de años y sigue funcionando desde entonces. Su programación es antidiluviana y cada nueva orden es procesada teniendo en cuenta todas las anteriores.

El incosnciente es precisamente la parte de la máquina que, aunque no se ve, existe desde antes de que nacieras. De hecho existe desde la creacción de los primeros seres humanos que, teoricamente, es de donde todos venimos.

Lo invisible existe solo porque no se ve.

Suele ser mas grande e importante lo que no se ve, que lo que se vé

Nuestro consciente e incosnciente es parte de un consciente e incosnciente colectivo


Para nuestra maquina humana hay una "lista de instrucciones" que tienen más fuerza (prioridad) que otras:
  • Una palabra tiene "poca" fuerza (prioridad).
  • Una imagen vale más (tiene más prioridad) que mil palabras.
  • Una emoción vale más (tiene más prioridad) que mil imagnes.
  • ...
El consciente se programa con palabras e imagenes, y el incosnciente con emociones.

El consciente trata de programar una máquina que ya está muy programada.  La fuerza de la nueva programación (cosnciente) si es contraria a la existente (incosnciente, > prioridad), no tendrá efecto sobre la máquina a no ser que saquemos dichos programas prioritarios del incosnciete, es decir, traerlos al consciente, donde dichos programas tendrian menos fuerza (prioridad) y se podrían anular con programas del consciente (con palabras o imagenes).

 Otra forma de anular los programas prioritarios del incosnciente es mediante emociones. Si somos capaces de controlar la emoción que nos mal programó, podremos anular dicha programación. Esto se consigue con diversas terapias como la regresion a un tiempo pasado (a la infancia, a vidas pasadas), el transgeneracional, las constelaciones familiares, dianética, ...

¿Crees posible que tengas una vida después de esta?. Entonces, las mismas posibilidades hay de que, antes de esta, hubieras tenido otra.

Desde que existimos en la barriga de nuestra madre, hasta aproximadamente los 5 años, somo todo incosnciente. En este periodo de tiempo, nuestra programación es básicamente emocional (incosnciente). Por lo tanto es una programación con mucha fuerza (prioridad).

"Antes de los cinco años, aproximadamente, tomamos todas las grandes decisiones de nuestra vida". 
Eric Berne

Sí, desde el inconscientemente, hemos creado enfermedades. Si, desde el inconsciente, podemos curarlas, eliminando la raiz del problema.

Todas las guerras que libra el verdadero guerrero son hacia dentro (hacia el incosnciente) nunca hacia fuera (consciente).
Don Juan Matus

Nunca nos preocupamos por los muertos excepto cuando los vivos los retienen encerrados inconscientemente en sus estructuras emocionales.
Didier Dumas




Las casualidades, la suerte, lo errores, las enfermedades,... incluso posiblemente la muerte, pudieran estar condicionadas a esa primigenia programación que nos sirve de guía en nuestra eterna búsqueda donde el camino hacia la misión programada pudiera ser la Fe, que por cierto, hablando de ella, la felicidad empieza por la Fe y, al menos linguisticamente, la Felicidad no puede existir sin la Fe, que es su principio. 

Al fin y al cabo no somos más que una creación, según algunos, a imagen y semejanza de Dios. Pero yo creo que lo que en realidad somos es una "máquina" creada, o mejor dicho creada y programada, para buscar a ese ente impensable que llamamos Dios. Una máquina que, originalmente, Dios creó y programó porque quizás sabía que se iba a perder, o quizás, que iba a dejar de "existir". Asi pues nuestra MISIÓN podría ser: "ENCONTRAR" A DIOS.  Claro que, puede que también exitiera algún otro ente impensable que supiera de programación antidiluviana de máquinas humanas y que en su día programase algo para que no lo encontremos. Pero como la programación más fuerte siempre es la genuina (ver lista de intrucciones anterior), nuestro destino es inevitable...



Por cierto, sé que esto puede o no pude ser verdad, pero por si acaso, la proxima vez que digas algo y te des cuenta de que lo que has dicho no es algo bueno para "tu programación", te aconsejo que digas CANCELAR. No sea que esa palabra sea una instrucción en la programación de tu vida.
Ejemplo, si dices: "Si es que soy tonto". Inmediatamente di "CANCELAR". Para que se cancele dicha programación

CUIDA LO QUE DICES,
CUIDA LO QUE VES,
PERO SOBRE TODO,
CUIDA LO QUE SIENTES. 

Y puestos a  "pensar"... ¿Qué somos en realidad?... Quizás el inmortal software, que algunos llaman espíritu, sea lo que más se aproxime a la "realidad de lo que somos". Al fin y al cabo, lo más importante, suele ser aquello que no se vé.


"Los que estén preparados captarán lo que digo. 
Y los que no, argumentarán con sutilezas del raciocinio y pedantería". 
Kübler-Ross

08/09/2015...Otra "prueba" de la fuerza (prioridad) de los sentimientos en nuestra "programación" (manipulación) es que antiguamente se consideraba delito -castigado incluso con la muerte- dedicar una canción de amor a una mujer casada, ya que estaba cosiderado como una especia de encantamiento.