Digamos
la verdad, cuando callamos no es por el bien del otro es sencillamente
por miedo a su reacción. Crecemos con el miedo a que nos dejen de amar
si somos lo que deseamos, si nos rebelamos, si nos enfrentamos, si
protegemos lo nuestro, si hacemos lo que no se espera o se considera
correcto.
Si
hacer lo que te hace feliz, elegir el camino de tu corazón y hacer lo
que consideras justo está mal para alguien, quizás debes replantearte a
quién quieres en tu vida y qué poder le vas a dar sobre ti.
P.D.: post copiado de Hekay (Raquel Rus)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario