martes, 20 de noviembre de 2012

Educotruco 4. Vacunas, no gracias.

Lo siguiente es estraido del libro pediatría para los nuevos niños:

Primium non nocere, es un aforismo antiguo bien conocido por todos los médicos que significa: ante todo, no dañar.
Vacunar a un niño sano es crearle una enfermedad o algún efecto adverso.
Como sociedad hemos interiorizado la creencia de que los niños necesitan pagar un peaje ( a multinacionales farmacéuticas) para venir al mundo y ese peaje son las vacunas.
Sin entrar en los oscuros intereses que siembra esta “necesidad”. Esto nos lleva a desconfiar de la capacidad natural, que todos tenemos, de aceptar un virus o bacteria, que generalmente forma parte de nuestro cuerpo y conseguir un equilibrio de convivencia con este microrganismo, por medio de nuestro sistema de defensas.
CONVIVENCIA, así es como funciona todo en la naturaleza, como un sistema que se autorregula para conseguir el equilibrio ecológico. Un virus, cuando entra en nuestro organismo, necesita el permiso de la célula para multiplicarse, por tanto el control siempre lo tiene el cuerpo.
En el momento en que empezamos a mirar a los microrganismos como enemigos, empezamos a ser cada vez más vulnerables a ellos.
Aún no hemos tomado conciencia de la grave alteración que suponen las vacunas. Las vacunas modifican la flora autóctona microscópica que en muchos casos es beneficiosa, producen cambios drásticos en el sistema inmunológico de las personas y el riesgo de que influyan a nivel genético es altísimo.
Se puede observar un debilitamiento general de generaciones de niños que hoy enferman mucho más que hace unos años. En increíble la normalidad con que asumimos que un bebe de meses, un lactante, sufra episodios de asma, bronquitis, otitis, o cualquier otra “itis”. Y qué coincidencia que esto acontezca en la época de mayor número de vacunas en su cuerpecito.
Por otro lado, según datos epidemiológicos, se sabe que la evolución de las epidemias no tiene relación con la introducción de las vacunas.
Un análisis cuidadoso de los datos disponibles en los anuarios del boletín epidemiológico, permiten deducir que el sarampión era una enfermedad en franca regresión antes de la introducción de la vacuna, y que esta ha tenido muy poca o ninguna influencia en su baja incidencia actual. En general, no hay evidencia de que la introducción de las vacunas haya influido en la disminución de casos.
Las epidemias y pandemias tienen comportamientos arbitrarios, diversos y a menudo desconocidos. Por ejemplo, la peste bubónica en la Edad media, supuso un expolio importante de la población europea, se manifestó en diferentes momentos y desapareció sin ninguna vacunación. Históricamente se la ha vinculado mucho con la pobreza, las guerras, el hacinamiento y la decadencia, factores que causaban una deficiencia del sistema inmunitario
Por no hablar de la Viruela, que hubiera desaparecido espontáneamente si no se hubiese instaurado la vacunación en niños que causó la más extensa de las epidemias y que además hace preguntar, a muchos expertos, sobre la relación de dicha vacunación masiva con la aparición del SIDA.
Es sabido, y así se estudia en la facultad de medicina, que la gripe se presenta anualmente con mutaciones virales cada 4 ó 5 años y que es alarmante sólo cuando hay intereses que manipulan datos e información para crear deliberadamente alarma, como en el caso de la gripe A.
Cuando se eliminen las vacunaciones sistemáticas, puede que haya brotes periódicos y benignos como ahora, pero no habrá ninguna epidemia.
La inmunidad de grupo es un fraude, es un concepto que se ha inventado para tener el control de la población utilizando el miedo. Fomenta la actitud xenófoba y es intolerante hacia las minorías que tienen criterio propio y optan por decidir con libertad sobre su salud y la de sus hijos.
La vacunación no genera nunca inmunidad permanente. Sin embargo si que se adquiere inmunidad natural de grupo cuando la mayor parte de la población ha pasado las enfermedades.
Con la vacunación hay una desviación artificial respecto a la edad en que se contraen ciertas enfermedades y como consecuencia, los casos en los adultos son más graves.
Hay informes oficiales que desaconsejan ciertas vacunas, como por ejemplo la vacuna contra el Neumococo  (Prevenar).
Es fácil entender que la OMS, los departamentos de epidemiología y salud pública de EEUU y sus súbditos, los gobiernos del resto del mundo (sin entrar en los más que demostrados intereses de la industria farmacéutica y sus vínculos políticos), se propongan unos objetivos para justificar su existencia y el mantenimiento de toda su infraestructura, para lo cual tienen que utilizar todos los medios a su alcance para conseguir estos objetivos, independientemente de que estos sean o no, un beneficio para la población.
Las enfermedades vacunables son benignas en su gran mayoría debido a que activan y estimulan el sistema inmunitario.


Permitídme, con la liberdad como bandera, expresarme con una poesía.


Cual vacas pastando en la tierra
Marcados como reses al nacer
Inoculados con virus que enriquecen
a aprovechados una y otra vez

Nos confirman con las vacunas
nuestro mote de ganado
Es irónico que su nombre
indique lo que no queremos ser.

Dicen que atento contra otras vidas
Dicen que es por mi bien
Mientras me pinchan una y otra vez
Dónde está mi libertad

Lloro, pero en el fondo  tengo esperanza.
Pongo  confianza, amor y sal.
Este bebe tan sólo busca
haceros recapacitar.


Por último un video que, si tienes hijos, deberías  ver:

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